El 23 de febrero de 1981 el teniente coronel Tejero entra en el Congreso de los Diputados con un grupo de guardias civiles con intención de dar un golpe militar. Esta es una más de las asonadas militares que ha habido en España a lo largo de los siglos XIX y XX. Tejero quiso que el franquismo no muriera, pero todo quedó en un absoluto fracaso. Morales Lomas creó esta parodia, en la estela de las farsas valleinclanescas, con el propósito de mostrar una realidad española que solo puede explicarse por el carácter esperpéntico de los españoles y su afición a la negritud a lo largo de la historia.